Nos eliminó Brasil en octavos de final. Fin y comienzo de una etapa memorable del fútbol chileno.
A mis 58 años puedo hablar con autoridad, soy parte de una generación marcada por los triunfos morales (muchos) y continuas derrotas reales. Duro cargar con eso toda una vida, duro ver como se generaban falsas expectativas en la prensa, en nuestros diálogos en nuestro entorno directo.
Primaba la ilusión por sobre lo concreto, nos dimos 10.000 vueltas pensando en milagros y así, fracaso tras fracaso. Se enraizaba en alma de muchos chilenos, el germen de la negatividad, aquello que aceptaba que ser mediocres era nuestro destino, en nuestro fuero íntimo en algún momento sí nos preguntábamos acerca del real potencial del jugador de fútbol chileno y la duda siempre estaba.
De repente, se ilumina todo, aparece Bielsa, nos marca con seguridad que sólo el trabajo, el esfuerzo, el sacrificio es capaz de aportar a un crecimiento real, nos lleva adelante con un liderazgo claro, no nos vende ilusiones, sólo nos dice, trabajo, trabajo, trabajo y así comienza el proceso inicial, con altibajos para finalmente clasificar para el mundial, casi en la punta de la tabla, algo inédito ¿milagroso? ¡NO!, encontramos en esa etapa a un grupo de jugadores, desde mi perspectiva, muy inferior en calidad a antiguas generaciones ¿pero que es lo que hace que ellos se vean mejores que sus antecesores?, en lo principal, convicción, lo que no fue algo espontáneo, es algo logrado después de trabajar continuamente los movimientos, la filosofía definidos por Bielsa. Lo demás ya es tema conocido, ganamos en un mundial después de 48 años, impresionamos a la crítica por el juego alegre, por la velocidad. ¡VELOCIDAD!, pero si siempre nos habían vendido la pomada de que el futbolista chileno era lento, es de no creerlo, nos ganamos el respeto, perdimos quizás ante quien es uno de los postulantes serios a próximo campeón del mundo y lo mejor, es que no renunciamos a nuestro estilo, eso es hacer bien las cosas. Tenemos un tremendo capital, jugadores que se han graduado en la mejor universidad, ahora queda el ejercer la profesión, avanzar en el desarrollo de las capacidades, la madurez la darán los años, llegaremos mejor que nunca a la siguiente etapa, daremos mejor pelea en el futuro, las bases están echadas.
La continuidad de Bielsa es clave, pero si el mercado indica que hay mejores ofertas para él, habrá que confiar en que la ANFP sabrá llevar adelante el proceso de sucesión, después de todo, el mantener el éxito trae no sólo imagen deportiva, le hace bien al alma de todos nosotros, le hace sentir al país sentir de que crece no sólo en lo económico, un equipo ganador sube la autoestima de todos.
Pensaba el otro día que los niños más pequeños han visto sólo un Chile ganador y uno que está en camino de grandes hazañas, el capital está y confiamos en Mayne-Nichols para mantener firme el timón en la dirección adecuada, seguir creciendo, porque hoy con esta selección muchos agoreros del negativismo van rumbo al cementerio, los adalides del fracaso, con el cual disfrutaban y tenían para su subsistencia han perdido en esta pasada. Tenemos a la nueva generación, esa que hoy día ha adelantado el viaje a casa, pero que ha dado la nota alta en este Mundial, gracias muchachos por todo lo que nos dieron, vamos por la Copa América ahora, es lo que queda, y vamos a hacer algo grande en Brasil 2014, en este Mundial de Sudáfrica dimos el primer paso.
