martes, agosto 01, 2006

Condorito y su herencia


Mencionaré hoy a uno de esos personajes que está inserto en lo profundo de los chilenos y que hoy ya ha trascendido a nuestras fronteras, el inigualable Condorito. ¡Cuántos nos hemos sentido interpretados por él infinidad de veces!.

En mi caso, desde niño era imposible no hacerse parte (más bien cómplice) de las aventuras del plumífero de Pelotillehue. De ahí que muchas de las frases eran sólo eso, se leían y se esperaba pronto llegar al infaltable ¡PLOP!. Con el tiempo y, a medida que fui creciendo, empecé a repasar estas palabras y era impresionante darse cuenta de cómo las mismas revelaron ante uno todo tipo de conocimiento, en muchos casos explicados de la manera más increíble, basado en la genialidad de su creador Pepo. Veamos algunos botones de muestra:

Café EL INSOMNIO: No me decía nada realmente este nombre, pero al crecer no pude evitar reirme en una micro en donde se hablaba acerca de este trastorno del sueño, se me encendió la ampolleta y capté ¡qué genial!.
Bar EL TUFO: Idem, para mí era sólo el nombre del Bar, pero un día escuché en la calle a un carabinero que le decía a un señor ebrio ¡tírame el tufo!, ahí me enteré que se refería al aliento.
Restaurante EL POLLO FARSANTE: Nunca supe el porqué de este nombre, pero lo que me hacía reir era fundamentalmente la rima.
Gato enterito con uniforme: En una de las tiras, se veía a Condorito demacrado saliendo de la consulta del médico diciéndole a su fiel compadre que tenía ese problema de salud, el cumpa le aclara que el diagnóstico es ¡ Gastroenteritis Multiforme!.
¡Exijo una explicación!: El que haya usado esta frase más de alguna vez, se ha acordado de Condorito después de decirla.
Hotel DOS SE VAN TRES LLEGAN: No puedo evitar asociar hoy en mi trabajo, el hecho de que sacamos adelante una tarea y ya tenemos más de una esperando.
Diario EL HOCICÓN: La palabra hocicón en décadas anteriores a la del 60, era casi un garabato, de ahí que verla en las tiras de Condorito reflejaba realmente un atrevimiento de Pepo ¡cuándo no! era un rebelde de tomo y lomo.
Pelotillehue: El nombre del pueblo de residencia de nuestro pájaro, no tenía una explicación, por lo que quedaba al criterio del lector suponer que podría ser. Mi imaginación de niño asumía que era un lugar en donde vivían muchos pelotudos (Peloti) y que el sufijo era de carácter mapuche (hue).

Seguir con el glosario sería interminable y cada chileno, en particular, recordará aquellos términos que más lo marcaron cuando leía estas historietas.

La lectura de Condorito, ver su imagen, nos lleva a los mundos soñados que uno siempre quisiera atesorar, sin que ellos tengan que ser ideales. Una vivencia dura de Condorito (muerte, pobreza, celos, enfermedad) y otra alegre, de alguna forma, refleja parte de nuestras vidas.

Todo un personaje, sin duda.