Así, lo que en un principio se focalizó en un "¡y esa guatita compadre!" o "¡que estupenda te mantienes!", ha dado paso a un fenómeno muy hermoso a medida que los encuentros anuales se repiten, esto es, la apertura de los corazones. Bello cambio, ya no tenemos miedo a esta altura de la vida de decirle a un compañero, lo importante que fue para uno su apoyo en el estudio, o las monedas que nos facilitó cuando el frío de la zona penquista arreciaba y era necesario un cafecito para paliar la trasnochada preparando una prueba o un trabajo, un "quédate a dormir acá, que ya es muy tarde" o simplemente "sabes amiga tengo un problema y me gustaría que me escucharas", y así por el estilo. Esto dejó de ser el encuentro físico solamente, se nota en el abrazo de reencuentro el cariño, aún el de aquel compañero que fue distante en la Universidad y que hasta le caíamos mal o nos caía mal, ese abrazo es muy especial, es hermosa esta faceta de la vida que permite ver la evolución de los espíritus acelerados de aquel entonces y comparar con lo que esas mismas personas transmiten hoy.
Como una verdadera madre que recibe a sus hijos pródigos, la Universidad nos acoge cuando el evento es en Concepción, también nuestros maestros de entonces valoran este encuentro y se hacen presentes, pienso, orgullosos, por una parte de haber formado a este grupo de profesionales y ahora, quizás, valorando la calidad de personas que ayudaron a estructurar desde su perspectiva académica.
En el frío mundo de hoy, cuando diversas circunstancias hacen que los seres humanos, nos recojamos compulsivamente en nuestro mundo individual o el del trabajo, vale la pena hacer ver que las cosas simples como estos encuentros, permiten tirar el necesario cable a tierra que la vida moderna no nos permite tener a la mano como uno quisiera, aunque ahora que lo pienso ... ¿es la vida moderna la que no nos permite? ¿no seremos nosotros mismos?, ¡qué suerte que puedo contar con estos entrañables camaradas! ellos me han forzado a hacer el necesario alto en el camino.
Un fuerte abrazo a quienes puedan leer estas reflexiones.