Digámoslo de entrada, el título de Italia es incuestionable.
Sin embargo, no es bueno trivializar la expulsión del máximo referente del fútbol francés y del entorno que acompañó a su despedida del fútbol. Los opinólogos del fútbol y aquellos que tenemos tribuna sólo en la soledad de nuestras casas, no necesariamente podemos estar de acuerdo con la gente de la TV, diarios, radio, etc.
Muchos han cuestionado la reacción un tanto brutal de Zidane frente al italiano Materazzi, pero cuando he mencionado la trivialización de la expulsión, es mi interés enfocar esto desde varias perspectivas.
La de Zidane.
El francés no vamos a decir que es jugador que solamente tiene gran capacidad técnica, el hombre tiene su temperamento, lo cual no tiene nada de malo, sabemos que las personas triunfadores en la vida, como él, poseen una gran carga energética que es justamente su mejor capital, sin embargo, mirándolo desde el contexto del partido, cualquier reacción puede entenderse única y exclusivamente en función del ambiente del mismo y con mayor razón de lo que ocurre en la cancha. Los que hemos jugado fútbol, sabemos que esta es una actividad de muchos códigos, los cuales comienzan en la previa del partido, siguen en el mismo y finalizan después del match. Válido el comentario anterior, para dejar claro que el neófito del fútbol o los que nunca lo han jugado, no pueden pretender evaluar una acción extrema, sentado frente a un escritorio en posición observante y neutra, desde esta perspectiva estas personas no están considerando la pasión que hay en el juego, los roces, los diálogos, las mañas que se aplican el transcurso del partido. Los jugadores de fútbol junto con ejercer su habilidad técnica, de alguna manera juegan a la destrucción paulatina del rival también buscando alterar el equilibrio emocional del contrario. Me queda claro que esto debe haber sido de lo que Materazzi se preocupó con el fin de alterar al ídolo francés. En este contexto, la suma de diálogos o simplemente el que una vez lo haya ofendido en forma altamente soez, fue la gota que rebasó el vaso. Uno observa en las imágenes que Zidane se está retirando desde las cercanías de su agredido cuando, ante algo que le dice este, retorna y va hacia el italiano, ello no puede ser otra cosa más que una provocación. Desgraciadamente, Zidane golpea fuertemente al italiano y este cae, también exagerando (no nos vengan a decir que un cabezazo en el pecho es para liquidar a un futbolista). Simplemente exageró, con la actitud de agresión Zidane ya estaba fuera.
La de Materazzi.
El italiano tiene historia. En el calcio se caracteriza por su fortaleza y por su reciedumbre, esta ha quedado demostrada en varias ocasiones, tomando especial relevancia su intervención mal intencionada cuando le partió la cara a Juan Pablo Sorín del Villarreal en el enfrentamiento defendiendo al Inter de Milán por la Champions League. Es entendible que un entrenador le guste tener en sus filas a un hombre con estas características, pero esto no quita la fama del jugador y su pasado tiende a condenarlo. Se dice que Materazzi habría tratado a Zidane de terrorista y que le habría dicho que su hermana era una prostituta, quién sabe, pero la fama le juega en contra, pese a que él dice que no dijo nada, yo diría que Materazzi debiera tener un gesto de grandeza y admitir lo que tenga que admitir (si es que realmente dijo algo ofensivo). Mi visión es que el todo vale en estas circunstancias no corre. El debe tener presente que es parte de una historia oscura y que teniendo presente que nada podrá quitarle el título a Italia, debiera tener un acto de arrepentimiento lo que, aparte de ser necesario, sería una medida inteligente, ya que esto lo liberaría del estigma de haber arruinado el último día de Zidane. El público en Europa no olvida y Materazzi que pertenece a un equipo que tradicionalmente está presente en los torneos europeos, será sin duda objeto de burlas y acoso en el futuro, él debe tener presente este costo y tratar de evitar pagarlo.
Saldo a Favor.
Concluyo apartándome del incidente propiamente tal. Se ha dicho en la prensa que Zinedine Zidane terminó tristemente su carrera ¡por favor! sólo la gran cobertura de la final podría servir para atender un planteamiento tan liviano, pero eso no basta para nublar la brillantez de una trayectoria como la de Zidane. Es prácticamente imposible que sea de otro modo. Ahí están las tremendas campañas en los clubes en que compitió, en su selección nacional y en lo que regaló a los amantes del fútbol. En los próximos meses probablemente se multiplicarán los homenajes a un verdadero ídolo y a un verdadero aporte a nuestros ojos con la maravillosa técnica que posee (tan tremenda como que les dio un verdadero baile a los brasileños en el partido que tuvieron en el mundial). Zidane es mucho pero mucho más que este incidente y no puede haber condena para él ¡cómo podría ser de otra manera!.
Zinedine, muchas gracias por esos momentos que nos brindaste .... ya eres parte de la historia del fútbol.
Au Revoir!
lunes, julio 10, 2006
¿Triste adiós de Zidane?
sábado, julio 08, 2006
Mundial de fútbol, el nuevo enfoque alemán
Hoy se ha jugado el partido por el tercer lugar entre Alemania y Portugal, con el triunfo del primero por 3 - 1.
Ha sido motivo de comentario la cálida disposición del pueblo alemán frente a su equipo, el cual partió este torneo sin ninguna expectativa. El favoritismo de equipos estelares como Brasil, Italia y Argentina, hizo que la familia germana asumiera una realidad de segundo actor aparentemente irreversible.
A medida que fue avanzando el torneo, el equipo alemán fue logrando el compromiso de su público, ya que este advirtió que ese plantel bastante joven, tenía su buena dosis de orgullo y bravura, características tradicionales de esa cultura. Fue de esta manera, que se produjo un encantamiento entre jugadores e hinchada, la cual permitió gozar de los triunfos y lo más importante, ser dignos en la derrota dolorosa frente a italianos, lo que les impidió llegar a la final. Así fue, el público alemán tradicionalmente exitista, tuvo la grandeza y humildad de saber apreciar el esfuerzo de esos jóvenes y no le quitó su apoyo para su última actuación. Un lindo ejemplo.
Ya en los días anteriores a este partido con Portugal por el tercer puesto, había una manifestación popular creciente que, pese a la derrota, apoyaba la continuidad del entrenador Jurgen Klinsmann, quizás quienes lean estas líneas no sean habitúes del fútbol, pero una de las cosas que trato de plantear aquí, es destacar la actitud del pueblo alemán, comprensiva y justa ya que supieron agradecer el esfuerzo de esos jóvenes, para los cuales esta actitud creo que será muy motivadora para enfrentar su futuro, el cual se ve muy promisorio ya que, para el próximo mundial, muchos de ellos habrán logrado un alto grado de madurez.
En el mundo actual, se habla tanto del éxito profesional, de hacer bien las cosas y vemos que no pocas veces el que un funcionario no cumpla con los objetivos es causa de despido, con el consiguiente problema para quien es víctima del mismo. La actitud del pueblo alemán nos abre otra perspectiva, una visión que nos hace preguntarnos ¿tenemos que ser siempre exitosos? ¿vale la pena que deje a mis hijos siempre solos, lo mismo que a mi pareja? ¿que clase de logro real estoy obteniendo por causa de mi afán por lograr éxito profesional?. Lo paradójico del caso es que hay cosas que ya hemos aceptado, por ejemplo: que esto debe ser así y fundamentamos nuestras acciones con otras preguntas, una de ellas, por ejemplo ¿quién alimenta a la familia si no yo?, es posible que nos maniatemos a nosotros mismos con lo sesgado de nuestros pensamientos. Un nuevo enfoque es lo que quizás debiéramos buscar y madurar.
La visión del "conformismo" alemán de hoy, nos deja una lección. No se trata de no hacer bien las cosas, pero a lo mejor podemos partir por algo, se ve como difícil, pero ¿porqué no aprender a ser más tolerantes con nosotros mismos?.